Mantener tu lavavajillas limpio es esencial para garantizar que funcione de manera eficiente y que tu vajilla salga impecable en cada lavado. Con el tiempo, se pueden acumular restos de comida, grasa y cal, lo que puede afectar su rendimiento y provocar malos olores. Sigue estos pasos para dejar tu lavavajillas como nuevo.
1. Retirar los residuos grandes de comida
Antes de empezar, asegúrate de retirar cualquier residuo de comida grande que pueda estar en el fondo del lavavajillas. Estos restos pueden obstruir los filtros y afectar el drenaje.
¿Por qué es importante?
Los restos de comida acumulados pueden causar atascos en los conductos de desagüe, lo que podría derivar en reparaciones costosas.
2. Limpieza del filtro del lavavajillas
El filtro es uno de los componentes que más acumula suciedad. Para limpiarlo, sigue estos pasos:
- Retira el filtro ubicado en la parte inferior del lavavajillas.
- Sumérgelo en agua caliente con jabón durante unos 10-15 minutos.
- Usa un cepillo de cerdas suaves para eliminar cualquier residuo atrapado.
- Enjuaga bien antes de volver a colocarlo.
Tip:
Haz esto al menos una vez al mes para mantener la eficiencia de tu lavavajillas.
3. Desinfección con vinagre blanco
El vinagre blanco es un limpiador natural que elimina la grasa, los restos de jabón y la cal acumulada. Para utilizarlo:
- Llena un vaso o cuenco apto para lavavajillas con vinagre blanco.
- Colócalo en la rejilla superior.
- Ejecuta un ciclo de lavado con agua caliente sin agregar detergente.
El vinagre descompondrá los restos de grasa y limpiará las partes internas del electrodoméstico.
4. Eliminar olores con bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es ideal para neutralizar los malos olores y aportar una limpieza extra. Después de realizar la limpieza con vinagre, sigue estos pasos:
- Espolvorea una taza de bicarbonato de sodio en la parte inferior del lavavajillas.
- Ejecuta un ciclo corto de agua caliente.
Este proceso dejará el lavavajillas con un aroma fresco y eliminará los restos de suciedad persistente.
5. Limpieza de las juntas y las paredes internas
Las juntas de goma y las paredes internas del lavavajillas también acumulan suciedad. Para limpiarlas:
- Usa un paño húmedo o una esponja con una mezcla de agua y jabón.
- Pasa el paño por las juntas de la puerta y el interior del lavavajillas, prestando especial atención a las esquinas y rincones donde se puede acumular moho o grasa.
Consejo:
Si las juntas están muy sucias, puedes utilizar un cepillo de dientes viejo para frotarlas con mayor precisión.
6. Mantenimiento de los brazos rociadores
Los brazos rociadores son responsables de distribuir el agua durante el lavado. Si están obstruidos, no podrán limpiar correctamente la vajilla. Para asegurarte de que funcionen bien:
- Retira los brazos rociadores, si es posible.
- Limpia los orificios con un palillo o un cepillo fino para eliminar restos de comida o cal.
- Colócalos de nuevo en su lugar.
7. Consejos para prevenir la acumulación de suciedad
- Usa sal para lavavajillas: Ayuda a ablandar el agua y previene la acumulación de cal.
- Realiza un lavado en vacío al menos una vez al mes con vinagre o un producto específico para limpieza de lavavajillas.
- Evita sobrecargar el lavavajillas, ya que esto puede impedir que el agua llegue a todos los rincones.
Mantener tu lavavajillas limpio no solo garantizará una vajilla impecable, sino que también prolongará la vida útil de tu electrodoméstico, evitando reparaciones innecesarias.